Despedida a medias.

Bah, yo no sé ni que escribir en este blog, he pensado muy seriamente en eliminarlo o en privatizarlo, a veces escribo cosas que deberían quedarse en el corazón.  Siento en el fondo de mi ser que volveré, que tendré algo maravilloso para contar y quiero que el mundo se entere, aunque ese mundo ni sepa quién soy yo. Yo ya lo eliminé una vez, pero fue en una época en la que no escribía mucho en él, ahora se ha vuelto mi rincón de lamentos, y quisiera que ese rincón no fuera más así, no sé, últimamente estoy muy positiva y quiero pensar que es un estado permanente (Aunque todos saben que en la vida nada es permanente). Tengo ganas de soltar el ordenador, cerrar este blog y dejar solo mi blog de  cuentos, dejar eso de las lágrimas y la vida patética que yo sola me encargo de llevar. 

Quiero conseguirme un chico que me haga feliz, salir con mis amigos, ¡Quiero vivir! . Pero eso no implica que deje de escribir, la escritura no la dejaré jamás, es una parte muy importante en mi vida, por eso me cree el otro blog público, porque yo sabía que algún día tendría el valor de dejar este blog atrás, y dejar junto a él todos esos problemas que tanto me agobian la cabeza.  No sé, me lo he pensado muy bien y creo que no hay necesidad de eliminarlo, simplemente escribiré como la nueva persona que soy, no voy a dejar este blog como un lugar en el que solo pueden escribirse cosas tristes (Porque admítanlo, la mayoría de las veces ha sido así). Quiero contar cosas, lo que siento, porque este blog es un pedazo de mi alma, de lo que soy; Yo no soy toda tragedia, ni suicidio, ni vómitos, ni aguantar hambre, ni sentirme fea. Yo no soy solo eso, yo soy mucho más, hay más dentro de mí, hay gente afuera esperando a que yo esté lista para vivir. 

Ya sé lo que se preguntan ¿Lo va a eliminar o no? No sé gente, no sé. Pero si algún día hacen click y mi blog ya no está, ya se saben la respuesta.

Los quiero, gracias por su apoyo en este largo y tortuoso año. No soy muy navideña,  nunca tengo dinero y no suelo dar regalos; soy de las que solo sale beber con un gorro de Santa Claus y espera ligar para tener a alguien con quién darse el beso de año nuevo. Tengo ganas de hacer una lista de cosas que quiero hacer, espero que esta vez mi perro no se la coma, o que mi vida no se la coma.

Si decido seguir escribiendo, les juro que serán cosas muy distintas, así que si buscaban anécdotas tristes para sentirse identificados, creo que ya no las encontrarán aquí. Tal vez este bajoneada y escriba, pero les juro que no seré la misma tonta de antes. 

Recuerden ser felices aunque las sonrisas les duelan, algún día muy remoto, ya no dolerán.