Renacer.

Ya pasó, paso lo malo, lo que tenía que pasar. Pasé un semestre de mierda y nadie se dio cuenta, bueno, desde el principio ese era el plan, que nadie supiese que estaba triste, que estaba muerta por dentro y que pensé miles de veces en matar lo de afuera.  La mejor forma de ocultar esas cosas es tener notas impecables en la universidad;  de algo  servirán esas notas después, supongo que servirán para algo más que no sea ocultar mis sentimientos. Mierda, hay que dejar salir los sentimientos, eso de hacerse el fuerte es muy  mainstream y no es bueno para la salud mental (Jajá, salud mental, me da mucha risa esa palabra).

Pienso, pienso  mucho por todo eso que pasé, y solo cuando estás bien, es cuando te das cuenta que desperdiciaste tu tiempo en lágrimas vanas; pero que va, eso ya no importa, así es todo en la vida, te das cuenta que perdiste el tiempo cuando ya lo has perdido.

En cuanto a mi lugar en la sociedad, todavía no estoy muy segura de en donde debo estar, pero bueno, he mejorado, antes pensaba en simplemente no estar en ningún lugar. Puede que a veces me repugne el sistema, pero suicidarse no es una solución para salirse de él, si te mueres te ponen en un ataúd, te creman,  luego ponen tus cenizas en una cajita y te ponen en un jardín con flores, y no habrás hecho nada para cambiar eso que tanto te molestaba, lo único que habrás hecho es ponerte triste por ello y matarte después, que voludez.  ¿Qué puedo hacer? No puedo quedarme sentada llorando todos los días esperando a que el mundo cambie, la forma más digna de habitar el planeta tierra es haciendo algo por él; Y qué mejor forma de atacar el sistema que haciéndolo desde adentro. Pero primero debo atacar el sistema más difícil, que es el mío.

Mi reflejo en el espejo, soy yo, lo único que tengo y tendré hasta que muera, el resto no sabemos si lo perderemos durante el camino. No puedo despreciar más ese reflejo, no puedo más, ningún amor externo puede reemplazar el amor propio; voy a seguir un sabio consejo que me dió una amiga : “te diré cómo lo recuperé yo, mintiéndome. Ok sé que suena extraño o infinitamente estúpido, pero sí, comencé mirándome en el espejo y diciéndome que era bonita, aun sabiendo que me consideraba la cosa más abominable. Pero sin darme cuenta, me terminé convenciendo de que realmente era linda, es decir no me di cuenta cuando me miré, y realmente me vi bonita”. No pierdo nada intentándolo, aunque a veces pienso que es al contrario, tal vez es mentira que no me ame, y me he estado creyendo esa mentira durante un largo tiempo.

La vida no es tan trágica como creí. Esta bien, si lo es, pero somos nosotros los que tenemos el poder de no hacerla gris, o bueno, de hacerla menos gris. 

Sometimes life is dark...