Monsters.

Un poco vacía, hay tanta llenura a mi alrededor, todo esta tan poblado que el recipiente vacío de mi corazón se siente aplastado, se le pegan las paredes y se toca a el mismo contra el pavimento sucio. Mi vida no está tan mal, está muy bien de hecho, pero aún tengo tanto miedo de mí, es como si viviera en mi algo muy malo y oscuro, algo que muchas veces se apodera de mis pensamientos, de mi entendimiento. No quiero vivir con ese monstruo arruinando mis días, mis buenos momentos, no quiero seguir lastimándome, quiero quitarme ese peso, quiero ser libre.

Muchas veces antes de irme a dormir me pregunto: ¿Cuándo estaré satisfecha? ¿De esto se trata la vida? ¿Buscar algo que no vas a encontrar nunca? Vivir rápido, morir en el intento de vivir, ser espacio perdido, un recuerdo efímero de sólo unos pocos que decían quererte. Estoy en clase de psicometría, veo un techo brillante de aluminio que el sol calienta con ferocidad, hay unos obreros encima de ese techo, el viento quiere tumbarlos pero no puede, ellos son más densos que el viento, eso me hace recordar que yo no fui tan densa para mucha gente, que no he hecho que alguien sienta fuego, amor intenso por mí,  yo lo he sentido por otra persona pero no era correspondida, corresponder, ser correspondido, que difícil, quisiera ser esa llama en el pecho de alguien, que arda, pero soy tan frágil, soy como ese viento, siempre soy yo la que termina rota, lastimada. No sé si son ideas mías, me miro al espejo y estoy tan perdida, tan fuera de mí, tan fuera de este mundo, me siento irreal, intocable, casi invisible.

Estoy saliendo con una chica, no les miento…tengo miedo.